Bogotá. La tarde de este martes se vivió una jornada de tensión en la Plaza de Lourdes, en la localidad de Chapinero, cuando un operativo de control contra el contrabando terminó en enfrentamientos entre comerciantes informales y las autoridades.
La intervención fue liderada por la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) en coordinación con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), quienes adelantaban la incautación de mercancía de presunto origen ilegal. Sin embargo, la acción provocó la reacción de varios comerciantes de la zona, que intentaron impedir la incautación y derivaron en disturbios con los uniformados.
Videos difundidos en redes sociales muestran el momento en que la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO) intervino para dispersar a los manifestantes, mientras algunos ciudadanos arrojaban objetos contra los agentes. La confrontación generó caos en el sector, afectando tanto a transeúntes como a negocios aledaños.
Hasta el momento, las autoridades confirmaron que no se registran heridos de gravedad ni capturas significativas. No obstante, el operativo continúa en curso y se mantiene la verificación de antecedentes de los comerciantes involucrados, así como la procedencia de la mercancía intervenida.
Preocupación en la comunidad
El episodio generó preocupación entre los residentes y transeúntes de Chapinero, quienes alertaron sobre los riesgos que este tipo de operativos pueden tener en la convivencia ciudadana, la seguridad y el orden público en un espacio de alta afluencia como la Plaza de Lourdes.
Líderes comunitarios señalaron que, si bien es necesario controlar el contrabando y proteger el comercio formal, también es importante que las autoridades fortalezcan los canales de diálogo con los vendedores informales para evitar que los procedimientos deriven en violencia.
Debate sobre la informalidad
Este hecho reaviva la discusión sobre la informalidad comercial en Bogotá y la manera en que debe abordarse. Para algunos sectores, los operativos contra el contrabando son indispensables para combatir economías ilegales que afectan al comercio legal y reducen el recaudo fiscal. Para otros, el uso de la fuerza en zonas de comercio popular puede agravar la tensión social y profundizar la brecha entre el Estado y los vendedores informales.
La Plaza de Lourdes, reconocida como punto de encuentro cultural y comercial, quedó este martes marcada por escenas de disturbios que evidencian la complejidad del problema: entre la necesidad de combatir el contrabando y la urgencia de diseñar estrategias más inclusivas que garanticen el derecho al trabajo sin afectar la seguridad ni el orden público.
Nota por: Andrés Sánchez "Dexter Nai"
